Asignatura aprobada. La Semana Santa se cierra en Vitoria con unos datos de turismo -los oficiales se conocerán en breve- y una ocupación hotelera «muy satisfactorios». Y con la confirmación de un hecho, que la capital alavesa ha dejado de ser 'ciudad de paso' para los visitantes y ya es un destino con mayúsculas, incluso un centro de operaciones a partir del que moverse por comunidades limítrofes o territorios hermanos. Esta prueba de fuego se ha superado con nota.
EL CORREO pulsó ayer la opinión de un decena de establecimientos hoteleros de la ciudad. Y la conclusión no puede ser más positiva -con el matiz de que, aunque las cosas han ido bien, siempre se desea que vayan mejor-: las habitaciones han estado prácticamente llenas durante estos días festivos. A este comentario generalizado se le añade otro no menos importante, que como consecuencia de la crisis los empresarios del sector han optado por ofrecer precios más baratos y la facturación se ha resentido a la baja.
Pero lo cierto es que los días de Jueves Santo y Viernes Santo e incluso el sábado se ha colgado el cartel de 'completo'. Tres noches seguidas, para confirmar la teoría de que Vitoria crece también en pernoctaciones. «El viernes 22 fue el mejor día, casi lleno», coincidían ayer en destacar desde el NH Canciller Ayala y el Gran Hotel Lakua. «Nosotros estamos satisfechos, sobre todo de las dos o tres primeras jornadas, pero ya el domingo y el lunes ha bajado», añadían en el Ciudad de Vitoria. Sus responsables introducían el matiz de las promociones y las rebajas de precios, «más asequibles para la clientela, y que hicieron en su momento que optaran por las reservas. Así que alguna hemos cancelado».
Por último, aumentaron un 30% los visitantes en Vitoria-Gasteiz. Los turistas se gastaron 250-300 euros de media en la capital alavesa.

